Impensado hace algunos años. Es más, hace no mucho tiempo, la familia “amarilla” era considerada algo parecido al Infierno para los católicos. Debido a sus exabruptos, groserías, ironías y chiste sin para sobre la iglesia. Pero aunque no lo parezca, a veces hay algunas operaciones (¿de prensa?) para intentar conseguir una unión o más adeptos.
En este caso el Vaticano ha dado su beneplácito a Los Simpsons. ¿Por qué? Porque son buenos católicos, van a la Iglesia, tratan la fe cristina, las prácticas religiosas y la cuestión de Dios. Razones esgrimidas en la revista “La Civiltà Cattolica” y el “L’Osservatore Romano” dediquen dos de sus artículos a la religiosidad de dos de los protagonistas.
Toda esta situación se encadenó gracias al capítulo “Padre, Hijo y Espíritu Práctico” en el que Bart y Homero se convierten al catolicismo tras entablar relación con el padre “Sean” les ha abierto las puertas del cielo. «Los padres no deben temer que sus hijos vean las aventuras de los hombres de amarillo», afirma el artículo de “L’Osservatore Romano”. Igualmente, no aclaran en ese capítulo que la crítica es hacia la Iglesia católica y protestante, por más halagos que quieran entregar.
Asimismo, esto no deja de ser increíble, ya que ambos textos hacen una llamada para que los padres aprendan de los Simpson y utilicen sus enseñanzas en la vida familiar. «Su realismo podría ser la ocasión de ver juntos algunos episodios e inspirarse en ellos para dialogar sobre la vida familiar, escolar, de pareja, social y política», afirma “La Civiltà Cattolica”. Curioso, por que si hay algo que se encarga de satirizar Los Simpsons es sobre todos esos temas.
Tal es el apoyo eclesial a la serie que hasta las humillaciones que sufre Ned Flanders o el desinterés de Homero por la misa de los domingos o las trastadas diabólicas de Bart son perdonadas y ya no son blasfemias sino una «crítica sutil». «Los Simpson es de los pocos programas de televisión para niños donde la fe cristiana, la religión y la necesidad de Dios son temas recurrentes”, lo que se dice ver la mitad del vaso lleno.
