Continúa la integración en las tribus

La última semana en las diferentes tribus han servido para seguir con la integración de las familias y con el aprendizaje de nuevos ritos. Las vestimentas que ahora tienen que llevar los españoles les están trayendo más de un problema con los nativos.

La imagen protagonista de la semana ha sido la boda entre Miguel y Edi, celebrada según la tradición nakulamené, así que la tribu ha estado bastante contenta esta semana. O eso parecía hasta que ha llegado el día del consejo, cuando la familia ha decidido vestirse de nuevo con su propia ropa, hecho que les ha decepcionado bastante y así se lo han manifestado. Otro momento crítico fue cuando la hija menor de la familia tuvo que defender a su novio español para evitar que la casasen con un hombre de la tribu.

En la familia Rovira-Mezcua también ha habido momentos de tensión. La gota que colmó el vaso fue la obligación de los hammer a que las mujeres se pongan ocre en el pelo, a lo que se han negado rotundamente. Hasta la próxima semana no sabremos que ocurrirá, pero ellas ya han anunciado que si no llegan a un acuerdo, puede que abandonen el programa.

En la tribu de los Kamoro, las cosas siguen su cauce y toda la familia se está involucrando para que Rafa supere con éxito el karapao. Si lo consigue la familia entera será aceptada en la tribu. Si no, serán expulsados. El futuro de los Segura-Romero está en sus manos.

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