Parece ser que había intenciones por parte de los lados involucrados para que no haya próximamente conflictos como el acontecido durante el 2008. Para evitar huelgas que tuvieran como consecuencia el estancamiento en las producciones televisivas y cinematográficas (lo que ocurrió por alrededor de 100 días hace dos años) , los actores y las empresas de la meca del cine y la tv han llegado a un acuerdo, que como medida principal establece contratos de tres años.
Este nuevo convenio, que demuestra sensatez por parte de artistas como de empresas, comenzará a regir a partir del 1° de julio, y ha sido resultado de seis semanas de negociación entre el Sindicato de Actores de Estados Unidos (SAG), la Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (Aftra) y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (Amptp).
Se espera que a partir de esta resolución los salarios aumenten en un 6%, y que las contribuciones a los planes de salud y jubilación de los sindicatos suban un 10%. Esto les significará un aumento considerable de beneficios a los actores, que día a día se suben al vertiginoso ritmo que les imponen tanto la pantalla grande como la chica.
Así se ha logrado que no acontezcan hechos como los ocurridos hace unos años, que fueron causados por la alta de una resolución favorable y le significaron a los actores el trabajar sin contratos (o el despido en algunos casos) por más de un año.