Una semana más las familias españolas siguen intentando integrarse en sus respectivas tribus y la adaptación parece que va llegando. Estos últimos días han empezado a hacer sus propias vestimentas y armas, han aprendido técnicas de pesca y caza y hasta alguna ha descubierto quién es su pretendiente.
En la familia Rovira-Mezcua, los ánimos han estado bastante apagados tras la fuerte experiencia que vivieron en el ritual de la semana pasada, donde las mujeres eran flageladas por los hombres. Sin embargo, parece que han sacado fuerzas para seguir con el reto. Las mujeres han aprendido a realizar las vestimentas típicas de los Hamer, mientras que el hijo mayor, David, ha comenzado su transformación a hombre. Para ello, ha debido empezar a vestirse como ellos, y le ha sigo entregado el «boko», un palo de madera con el que deberá elegir a la que será su esposa. Además, esta semana David ha descubierto que Ukele será su nombre hasta que culmine el rito del salto del toro.
Por su parte, los Moreno-Noguera parecen sentirse cómodos entre los Nakulamené y han comenzado a crear su propio huerto y conocer las técnicas de pesca que se usan en la tribu. Supieron, también, que los Nakulamené rinden culto al príncipe Felipe de Edimburgo, porque según sus creencias, el hijo de su dios se reencarnó en él.
Los Segura-Romero comenzaron la semana con algún susto que otro, pues los kamoro creyeron notar la presencia de un espíritu por los alrededores y la tribu ha estado muy alterada. Sin embargo, la protagonista de la familia ha sido Mila, a quien uno de los jóvenes Kamoro, Fabi, le ha declarado que siente algo especial por ella y que quiere que sellen su compromiso y como muestra recibió una tortuga marina a la que pusieron en libertad. Mila, a la que la noticia le ha llegado por sorpresa, sólo espera que cuando ella vuelva a España, Fabi la olvide pronto.
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